En los ultimos 4 años he podido observar que el grado de conflictividad en las relaciones de pareja esta directamente relacionado con lo que los hombres hacen y con lo que las mujeres no les dicen que quieren que hagan, es decir una de las quejas más comunes en una conversción de mujeres tiene que ver con la falta de "sentido común", de iniciativa o de sensibilidad de los maridos, novios, enamorados o como quieran llamarles. El problema es que si en verdad nos detenemos a analizar bien las diferentes situaciones que se generan en torno al desencuentro entre el pensamiento femenino y el accionar masculino, lo que las mujeres buscamos linda con la brujería:¿Por qué no pueden sencillamente adivinar lo que queremos o necesitamos o creemos que queremos o creemos que necesitamos? ¿Porque no pueden simplemente acertar alguna vez?
Mariana hace ya algunos años me hablaba de este problema recurrente entre ella y su novio con el que llevaba largo tiempo. Después de renegar hora y media, siempre llegaba a una sabia conclusión: a los hombres hay que decirles exactamente lo que queremos porque sino nunca lo van a adivinar! Me acuerdo que me daba tanta risa la cruda simplicidad de la solución de uno de las causas más importantes de llanto femenino y del consecuente desconcierto masculino. Claro que la dulce Mariana por más sabia y dulce que sea, nunca hacia lo que predicaba. Y es que esta solución no es tan fácil como parece, porque si bien deshacernos de este problema comunicacional esta en manos de las mujeres, nos cuesta tanto despojarnos de la ilusión de la perfecta simetría entre deseos y realidad en lo que se refiere al amor, que simplemente no podemos. He llegado a creer que es parte de nuestra estructura emocional, no somos idiotas, sencillamente aunque no queremos quererlo, en alguna medida grande o pequeña siempre esperamos un mago, alguien que sepa exactamente qué necesitamos sin que tengamos que decirlo ni pedirlo. Esto además esta íntimamente vinculado a la idea del verdadero amor y una serie de ideas asociadas que han sido difundidas por la iglesia católica y las comedias románticas a lo largo de los años ( hasta que la muerte nos separe, you complete me).
En mi experiencia creo que si bien existe esa magia, ese momento de perfección en que todo esta como deberia estar, (las palabras exactas y la canción y el regalo precisos)… esa magia con el tiempo desaparece( porque tiene que desaparecer) y después solo nos queda tratar de lidiar con la naturaleza misma de lo que implica estar con una persona día, tras día. Nada de hechizos, solo las condenadas, putas y universales leyes de la física.
...o le has dicho exactamente lo que quieres y esperas pero te ha dicho que le resulta "antinatural" forzar gestos.
ResponderEliminarAtención, Lucía!, a releer este post! :)- Frankie