- YO, no sentí remordimiento de ser la chica menor que tú, que se llevó a tu novio luego de varios años, con el convencimiento de que cuando una relación anda bien, nadie puede interponerse.
- YO te llamé fea una y mil veces, algunas con completa sinceridad y otras con un agazapado sentimiento de inseguridad frente a esa gordita que había tenido el amor de mi novio por seis años, y porque arrastré a mis mujercitas, que concientes de ello y en pro de mi autoestima, te llamaron fea también.
- YO te llamé algunas veces sólo para molestarte, en correspondencia a las llamadas que me hiciste tú.
- YO sentí cierta satisfacción muy, muy baja, de que en tu familia no todo fuera bien y que tu mundo no fuera perfecto y te deseé que nunca sacaras tu título de contadora y que siempre ganaras poquito- poquito, para que no me hicieras quedar mal a mí, que andaba en prácticas pre-profesionales.
- YO, fragüé un hi5 con fotos de un chico guapo, sólo para poder regocijarme con las fotos que colgabas y en las que esperaba verte siempre fea, fea, fea.
- YO inventé una cuenta de hotmail y chateé contigo fingiendo ser X, sin que tú siquiera lo sospechases, burlándome de tus faltas ortográficas, inmadureces y huachaferías, aunque nunca hubieses representado una amenaza real a mi relación.
¿Sabes, Rosa?, aún creo que él no te amaba, y que YO fui una forma rara de operar del destino. Yo sé que aunque no lo hayas querido admitir abiertamente, tú guardabas (o guardas)sentimientos malos para conmigo, y que dices que soy fea a los que no me conocen (ahí sí perdiste objetividad ah :P ). Reconozco que tú tenías más motivos para tener resentimiento conmigo que viceversa y no sé si habrás hecho las paces conmigo, pero yo ya hice las paces contigo. Todavía sigo pensando que eres un poco fea (ya no tanto como antes, a decir verdad) y que no deberías ponerte bikini. Pienso que de lo poco que “X” conversó contigo, eres engreída y huachafa, pero me da gusto que hayas sacado tu título de contadora y espero que ganes la plata suficiente para vivir bien y ayudar a tu familia (aunque no quiero que te saques la tinka). No te prometo no volver a ver clandestinamente tus fotos del hi5, se me ha hecho casi casi costumbre, pero sí te prometo no volver a llamarte fea con zaña. Tú Rosa, que sacaste lo más retorcido de mí, me has enseñado que no quiero volver a desencadenar el YO desenfrenadamente despiadado que puedo ser, y que en la o las relaciones venideras que tenga, sólo quiero ser Frankie, o sea, retorcida, como siempre, pero no tanto.