miércoles, 9 de marzo de 2011

Unsent (Parte II)

Querido D: Esperé por ti a media noche en la calle, sola y con lluvia. No sabía qué esperar de tí. Esa misma noche nos dimos cuenta de que teníamos una química alucinante, pero yo me rehusaba a suponer que en algún momento llegaría a estar de novia contigo. La verdad ya no recuerdo exactamente cuándo decidí abrirme a la posibilidad de estar juntos, pero así fue y puedo decir que sí, fuimos felices, muy felices. Sentía que contigo tenía a un hombre de verdad a mi lado… que podría no tener ni trabajo ni dinero ni una familia que lo apoye, pero que cuidaría de mi siempre. Estaba convencida de que tus metas eran auténticas y que esta vida que te tocó vivir no fue para nada justa contigo. Ya luego me fui dando cuenta de que para nadie la vida es justa, pero uno ve cómo se las arregla.

Estuve muy enamorada de ti, a pesar de todo, y fue así por algunos años. Pero un día me dí cuenta de que ya no apostaría más a un futuro contigo, no de esa manera, bajo ese contexto en el que estabas metido y mucho menos con la actitud mala onda que traías encima siempre. Ya lo sé, ¿no se supone que debía de estar para tí “en las buenas y en las malas”? De hecho que sí, pero luego fui dándome cuenta de que siempre fueron, eran y seguirían siendo “malas”, y que no iban a avizorarse “buenas” en un buen buen tiempo. O por lo menos no conmigo.

Te dejé una guitarra y a una Matilda en transición, que iba aprendiendo a sopesar los aspectos más realistas y concretos de lo que implica ser pareja de alguien. Lo que implica de verdad el compartir, el planificar o conformarte, el abandonar cosas que de verdad te importaban o el recibir vómitos varias veces a la semana solo por “amor”. Y ahí me di cuenta de que todos tenemos un límite, y que nadie es mártir para tener que quedarse con otro cuya forma de vivir no te hace realmente feliz.

Creo que en el momento en que salí de la relación, me di cuenta más pronto de lo que pensé de que finalmente lo que tuve contigo no tenía buenos cimientos. Porque lo que yo sentía por ti, se terminó muriendo muy rápido. Demasiado rápido. Y se volvió lástima, luego se volvió decepción y luego se volvió una sensación rara. ¿Qué te pasaba por la cabeza cuando, a los casi dos años aproximadamente de haber terminado, se te ocurrió gilear/jugar y/o levantarte a Frankie? Me da risa porque me decías, esas veces que salíamos siempre en parejas, con Frankie y A, que me cuide mucho de Frankie. Que probablemente no era bueno tener de mejor amiga a una chica tan liberal o tan turbulenta en los menesteres referidos a los hombres. Y yo te mandé al carajo todas las veces que se te ocurrió advertirme eso. Te decía que Frankie era y sería siempre mi amiga del alma. ¿Por eso intentaste eso con ella? ¿Pensaste realmente que iba a ser así de sencillo? Preferí no buscar explicaciones a esto que hiciste, para no desgraciar aún más el recuerdo especial que tenía de lo que fuimos.

Hoy por hoy somos completos desconocidos. Y me da pena sentir que le di un pedazo de mí a una persona que simplemente desapareció, y es un extraño X que pulula por ahí. Ojala que toque el día en donde me cruce contigo por esta Lima que es tan pequeñita, y se me quite esa sensación, y nos podamos saludar y conversar un poco. Me gustaría escuchar cómo así llegaste a estar donde estas hoy, cuando hace algunos años atrás renegabas de siquiera intentarlo.

Estaba de viaje cuando reviso mi mail, y veo que me habías escrito después de medio año de no hablarnos. El mail tenía un adjunto, un audio. Era esta canción cantada y tocada por ti. El mail solo decía:” La canción dice más de lo que puedo cantar”. La canción me hace recordar las noches en que cuidabas si tenía frío o si tenía calor mientras dormía.
http://www.youtube.com/watch?v=PsqXE6Izbvc&feature=related


Querido J: Has sido el mejor regalo que me dio el internet. Lo que recuerdo de la primera vez que conversamos, fue que me hiciste matar de risa y que me sentí tu amiga de inmediato. Mis mujercitas saben lo gravemente enganchada e ilusionada que estuve de ti por muchísimo tiempo. Por lo menos su buen par de meses después de conocerte - y sin pausa literalmente - dormía, despertaba, estudiaba, y hacía cualquier cosa pensando en ti. Tus flores a nombre del supuesto Gerente Comercial de la empresa donde estaba de bailarina para una campaña publicitaria (todo eso para que en mi casa no sospechen cosas raras, jaja), y tus mensajitos de voz en el celular con tu acentico norteñito, hablándome de “usted”, me dejaban aún más idiotizada.

Me encantaba esperar todas las noches para verte por la webcam. Con esa bendita webcam conocí dos de tus apartamentos, y me memoricé cada esquina de tus respectivas habitaciones. Con esa misma webcam también aprendimos a acompañarnos mientras yo estudiaba o mientras tú dormías o veías pelas. Pero lo más alucinante es que ese aparatito inmundo nos permitió conocernos: llegamos al punto de saber leernos nuestros silencios, de gozar a morir de nuestras carcajadas, y de entender nuestras lágrimas. Porque obviamente eso que teníamos era platónico, y llegó un punto en donde sentí –no sé si tú también- que no debíamos seguir alimentando esto que teníamos. Porque era vivir una relación… no le digamos ficticia, sino tal vez intangible. Y por ello dolorosa e idealizada.

Pero lo más lindo de todo esto es que, así todo el mundo me diga que es estúpido construir relaciones por internet, yo doy fe de que eso sí es posible, porque aun te tengo conmigo. Y siempre te querré muchísimo, te quise y te sigo queriendo bonito. Espero que encuentres tu felicidad en donde quiera que te toque estar finalmente. Sé que eres feliz por mí a pesar de lo mucho que nos hemos alejado. Sé que eres feliz por mí también porque sabes que soy plenamente feliz con J ahora. Y si llegase el día en que nos conozcamos finalmente, cara a cara, espero que me des un abrazo interminable y seguidamente reírnos muchísimo juntos, conversar muchísimo, bailar muchísimo, jodernos como de costumbre… en general, estar agradecidos por haber tenido la oportunidad de conocernos y de querernos así, a pesar de haber estado en tiempos y lugares distintos.

En esos días cuando me decías muchas cosas sobre mi, sobre ti y sobre nosotros, y yo seguidamente las racionalizaba una por una, me enviaste esta canción. Casi parecía que eras tú mismo quien la iba cantando. Además, ese "No te niegues si el amor te pertenece" me recuerda mucho a cuando me decías: "Déjese querer carajita, que eso no duele!"
Cuando años después la escuché caminando por un mall, en tu país, donde de hecho habías caminado tú también antes, me dieron escalofríos y dejé rodar por ahi una lagrimita disimulada.

http://www.youtube.com/watch?v=-cLnu2UoTDI

Querido K: El lema contigo siempre era “tenemos bad timing”. En esta línea del tiempo no sabía muy bien por donde hablar de ti. Porque venías y te ibas así, de forma medio intermitente por varios, varios años. Cuando me gustabas, estabas con otra. Cuando yo te gustaba, estaba con otro. Cuando no estábamos con nadie, nos dimos esa caminata interdistrital que fue tan genial. Todas nuestras espontáneas y no planificadas salidas a ver pelas siempre terminaban siendo excelentes, y eran mejores aun las mil conversas que nos dimos a punta de cafecitos en ese Starbucks. Babeaba cuando te escuchaba hablar sobre lo que querías de la vida, sobre tus intereses y tus metas, cuando estabas atento y prestabas atención a cada historia que te contaba, cuando filosofábamos un poco y nos hacíamos los trascendentales, pero sobre todo, babeaba mal cuando te veía sonreír.

Y así, cuando el supuesto right timing llegó, todo sucedió tan rápido y bonito, que no me lo creía nada. La fiesta de ese año nuevo contigo fue todo. Tu bailando tan rico y apretadito conmigo, y yo anonadada de tenerte así por primera vez, después de tantos años. Y así llegó EL beso, el mejor beso de mi vida, porque casi recuerdo hasta como si hubiera habido música de fondo, de lo más películesco y emocionante, y tierno y bonito. Y así llegaron los dos meses esperándote porque tuviste que irte, y así llegaron después las únicas dos salidas juntos. En una me dijiste que querías intentarlo, pero que tenías miedo. En la otra recuerdo solo esa torpeza de no saber si dejar que me tomes de la cintura cuando lo hiciste y un último beso más. Y así llegaron los días, que se volvieron semanas y semanas, en que no supe más de ti... hasta que me enteré que tenías ya una novia. Mi chico ideal, mi príncipe azul, se me esfumó, y ahora sí era definitivo. Y así llegaron los meses posteriores, donde fui dándome cuenta que ese monumento idealizado que tenía de ti, no era tan real, o por lo menos no era el que yo esperaba. Eran mis expectativas proyectadas en tí, solo eso.

A pesar de que nunca tuvimos una conversación final sobre todo esto que nos pasó, sé que tus intenciones fueron buenas, pero tuviste miedo. Y sé también, no puedo hacerme la necia en esto, que tú no estabas tan interesado en mí como yo en ti. Y así, el lema contigo ahora se volvió en el trillado "no existen los príncipes azules" y “por algo suceden así las cosas”. Quién iba a imaginarse lo que iba a venir después. Hoy estás nuevamente fuera del país, alcanzando tus metas profesionales, con tu novia tan linda y buena onda esperando por tí aqui, y agradezco que mi destino no haya tenido que ser contigo.

Ese coincidir en pensamientos, en elaboraciones, en pasteladas, en cómo sentir y mirar la vida, se ejemplificó cuando te recomendé esta película. Te quedaste igual de enganchado que yo al verla. Una de mis películas favoritas, y tal vez todavía una tus favoritas también.
http://www.youtube.com/watch?v=veqkUUOlLLE

(To be continued. Con el tercer y último Unsent. Dedicado a mi last man standing, al único con el que no tendré jamás ninguna carta pendiente.)

3 comentarios:

  1. No me lo vas a creer, pero justito cuando colgué mi post más reciente, me preguntaba cuándo vendría el unsent II...
    Has escrito algo q me ha encantado, y me ha encantado porque es una gran verdad: Frankie es y será siempre, tu amiga del alma...y siempre verá a cualquier novio o ex tuyo (o de las demás mujercitas) como entes asexuados.
    Espero con ansias el UN-unsent III :)
    Te quiero mucho, muchísimo.

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  2. Jajajajaja Frankie es que contigo tenemos unas coincidencias mentales que colindan con la telepatía!!!! varias veces nos ha pasado ya, no? jajajaja

    Entes asexuados??!! jajaja, lo sé mi linda Frankie. Siento mucho que D haya tenido ese tipo de approach contigo, y agradezco que lo hayas mandado a rodar por un tubo y le hagas saber lo cojudo (asi le llamaste creo no?) que estaba siendo. Sabes que ahora ha puesto un negocio con su novia? Ojala que le vaya bien de verdad.

    Y ya sabes, el día que te preguntes cuándo postearé el UN-unsent III, mágicamente aparecerá un aviso en tu correo avisándote! :P

    Te quiero muchote

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  3. No recuerdo exactamente, pero creo que sí, q "cojudo" fue la palabra, jajaja. Realmente eres una parte importante en mi vida, ñaña, todas ustedes lo son. Besote!

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