sábado, 5 de marzo de 2011

Emotional Upgrade

Hace unos años, cuando empezaba mi época universitaria, empecé a salir con chicos, a besar chicos, a tocar chicos y a enamorarme de chicos. Me mareé. Supongo que marearse es lo que puede pasar cuando uno empieza a descubrir el mundo, su mundo, nuevos mundos.

En este camino de descubrir emocional he amado con pasión loca y amor extraordinario y así también me han amado... y he humillado, he herido, he sido cínica, he mentido, he engañado, he sido infiel, he tenido sexo por puro placer sexual, por reciprocidad, por amor, por despecho y por idiota. He sido herida en el amor, en el autoestima, me han humillado, me han mentido, me han engañado y no sé a ciencia cierta si alguien me haya sido infiel alguna vez, pero puedo afirmar que alguna vez me fueron desleales.

Y hoy, que en el recuento de los placeres y de los dolores amorosos siento más próximos estos últimos, es cuando más fe tengo en el amor, cuando menos me provocan los besos furtivos o sin amor, cuando por primera vez en mi vida he pasado muchos días sin deseo sexual, cuando tengo más ganas de un amor bonito (que no tiene que ser pronto), cuando no he querido verme con A, un chico que fue uno de los mejores compañeros sexuales que he tenido, por no tener ganas y además porque tiene novia (el segundo factor nunca había sido relevante, salvo que la novia hubiese sido alguien de mi estima); cuando increíblemente este fin de semana pasé de besarme con M, un chico guapísimo, desinhibido, gracioso, divertido, encantador, bailarín, y super sexy porque pese a que digamos que me gustaba… no me provocaba.

No, no es que ahora sea una “chica buena”. Probablemente sólo sea una chica envejeciendo, o una chica desganada: se me hace mucha complicación meterme entre dos personas sólo por sexo (razón tenía Matilda cuando me decía que el buen sexo no es tan difícil de encontrar como se cree); porque pese a que siendo objetiva, seguramente en unas semanas me arrepienta de no haberle dado el beso que cualquier chico como M se merece por el simple hecho de adornar el mundo con su presencia ( :p ), ahora no tenía ganas de enredarme más el corazón, ni siquiera con algo tan simple como enredar un rato nuestras lenguas.

No, tampoco es que sienta que estoy evolucionando necesariamente en mi visión del amor, simplemente estoy redescubriéndome y procesando una versión nueva de mí, ahora que siento que estoy(no sé si soy) distinta. No tengo idea de si será un cambio temporal o permanente, sigo pensando que mi época de euforia sexual ( que me queda la duda de si lleve los galones suficientes como para ser llamada así) y de ligue estuvo genial mientras duró y que será genial si en algún momento vuelve a mi camino, que he aprendido mucho de cada cosa vivida y que me siento orgullosa de ello… pero ahora no sólo me conformo, sino que me siento plena, con mi etapa de flirt incipiente, mientras encuentro a alguien con la capacidad de remecer mi mundo, de remecer mi corazón, sin daños a terceros, ni a segundos, ni a mí.

Vuelvo a pensarlo y reparo en que son ya diez años desde que empecé la universidad y que tengo 27 y que parece que todo esto es consecuencia de que ya simplemente no tengo muchas ganas ni fuerzas para complicarme mucho la vida. Quiero complicármela y muchísimo, cuando llegue alguien por quien valga la pena hacer ese esfuerzo.

1 comentario:

  1. Ojo que ser ahora una chica envejeciendo o desganada no es igual a ser chica conformista. Sino que la perspectiva de las cosas empieza a cambiar un poco mientras más viejas nos hacemos. Y eso está bien.

    Me imagino q te sientes desganada porque en estos momentos no te estas dejando alborotar tan fácilmente en cuanto a hombres se refiere, o q no sientes "ganas" en general. Y eso está bien también. A veces ese estado sosegado viene bien, y ayuda a apreciar otro tipo de cosas.

    Ningun extremo es bueno, ya lo comentabamos la otra vez. Te quiero mucho.

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