jueves, 9 de abril de 2009

... el amor... el desamor... otra vez el amor. (punto, no puntos suspensivos, punto)

Hace algunos meses atrás, varios realmente, empecé a escribir sobre mis relaciones en un archivo de Word. Nada muy elaborado, nada muy pensado, sólo escribía buscando el desahogo… escribía porque sentía que ya no cabía en mí de las muchas dudas y penas que tenía dentro, de todo el amor recientemente abandonado que tenía dentro.

Y, mientras escribía, fue muy triste descubrir que hoy dudo de que mis antiguos amores hayan sido realmente amores. Me imagino que no siempre pasa, pero yo lo siento así.

Ustedes, mis queridas mujercitas, que siendo tan distintas a mí me entienden tanto, me conocen y saben qué tan importantes fueron para mí cinco días o cuatro años… y sin embargo, hoy son simplemente nada, son sólo recuerdos sumamente difíciles de recordar (supongo que es mejor así… para poder sanar, ¿no?).

(… el amor) Y en cambio, qué presente tengo esa relación que vino luego de la de los cuatro años, no por lo reciente sino por lo que hizo con mi vida. Una relación que me hizo sentir fuerte, que me hizo sentir más yo que nunca, que me llevó a conocerme más, que me llenó y por la que estuve dispuesta a dejarlo todo. Una relación que me hizo vivir música, libros e ilusión.

(… el desamor) Y qué extraña es la vida, ¿no, Rafaela? Como dices, es terrible ya no querer a alguien a quien has querido por tanto tiempo o tanto (así no haya durado mucho). Es terrible ver a tu ex amor (definitivamente amor) parado frente a ti, dispuesto a no abandonarte nunca más y simplemente sentir que ya no estás ahí, que ya no eres la misma de hace apenas unos meses, sentir que ya avanzaste. Qué triste es verlo ahí, diciéndote las cosas más lindas del mundo y estar convencida de que lo que ves es sólo un recuerdo, un momento de tu vida que no volverá más, que ya no quieres que vuelva más.

(… otra vez el amor.) Ay mujercitas, no sé si recuerdan una noche en la que, sentadas en el piso en casa de Rafaela, bromeábamos diciendo que “ellos” rotarían y que, en cambio, nosotras estaríamos juntas toda la vida. Yo debo admitir que espero que, si se puede, el chico con el que estoy ahora rote ya para siempre junto conmigo.

2 comentarios:

  1. la mejor lección de mi vida: NADIE SE MUERE DE AMOR, no lo sabes hasta que no te pasa (antes de eso es una simple frase estúpida)

    ResponderEliminar
  2. Ay Mariana!!! este blog no era completo sin ti.... Tenemos que vernos pronto, les debo un cena o algo parecido. Beso y qué bueno que estés bien.

    ResponderEliminar