miércoles, 30 de mayo de 2012

Espejito espejito mágico...

Hace nueve meses que vivo fuera del Perú. Hacer el doctorado ha resultado bastante más difícil de lo que me imaginé, los gringos y su obsesión metodológica me vuelven loca, sobre todo considerando que mis métodos y mis maneras de hacer y sobre todo de deshacer, nunca han sido las más ortodoxas. Pero lo más difícil no han sido las clases, ciertamente he sufrido con el inglés y la estadística, los gringos y su ingenuidad sobre el development and politics, y su optimismo embrutecedor traducido en "let's hold our hands together and hope for the best". No me malinterpreten yo también quiero la Paz mundial al estilo Sandra Bullock pero es que no puedo con el optimismo yanqui, me supera!

Sin embargo eso no ha sido lo más difícil de mi NUEVA VIDA acá! Lo más difícil ha sido encontrarme sola, sin saber quién soy, sin tener un espejo que me devuelva una imagen más o menos decente de mi misma, la que fuera, no importa. Pero a pesar de la pena y la soledad experimentada me di cuenta de lo importante que es estar en una situación así, ¿por qué dependemos tanto del espejo para saber quiénes somos? ¿Somos lo que hacemos? ¿somos lo que pensamos? ¿Somos las personas a quienes amamos?

En el Perú pues yo tenía un espejo muy conveniente y para nada imparcial, la imagen de mi era estupenda, porque venía de mis amigos, mis colegas y mi familia y exceptuando lo que mi mamá piensa de mi vida, me encantaba esa imagen mía, era feliz! No he tenido aquel espejo acá, más bien tengo un vidrio roto y bien hijoeputa que se encarga de decirme: eres un ser despreciable, prejuiciosa de mierda, amargada y NO HABLAS INGLÉS! Claro que todo eso me lo decía el vidrio mientras yo me encontraba cantando sola en mi departamento, con una botella de vino en la mano y sin copas: "soy infeliz... porque sé que no me amas para qué más insistir, etc." seguido por paloma negra y algún tango miserable, sí pues no podemos culpar tanto al pinche vidrio, yo también ayudé bastante. No he encontrado un espejo más halagüeño todavía, y evidentemente aun no consigo sentirme feliz con la imagen que veo en el vidriecito gringo que si le pregunto: me odia? Solo responde YES!; pero sí ha mejorado un poquin la cosa en los últimos meses, ya me reconozco tantito y estoy trabajando en hacer un espejo que me prometa cosas más favorables, el tema es que no la tengo fácil, es una tarea larga, pero una vez que ha sido identificado el objetivo, el cielo es el límite!

RAFAELA
(Publicado desde la cuenta de Matilda)

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