Personajes
Verónica: Lucía
Voz interna de Verónica: Matilda
Elena: Rafaela
Mariana: Mariana
Tía Norma: una chica de la que ya no recuerdo el nombre
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(Verónica y Elena, casi en la puerta de la antigua casona de la Tía Norma)
Elena: Basta ya de recuerdos! Es hora de tomar al toro por las astas! O mejor dicho, a la Tía Norma por las orejas!... falta mucho?
Verónica: Aquí es. No ha cambiado nada.
Elena: Bueno, qué esperas? Toca!
Verónica: (Titubeante) No Elena, espera... Mejor no.
Elena: Mejor no? Como que ya es un poco tarde para eso… ya déjate de miedos niña, toca de una buena vez!
(Verónica toca la puerta. Abre la Tía Norma)
Tía Norma: Verónica? Qué haces aquí?
Verónica: …Hola tía. Cómo has estado?
Tía Norma: Pero cómo te atreves?!! Que puedes volver después de diez años así como si nada??!! Qué quieres aquí??
Verónica: Vine a ver a mi hermana…
Tía Norma: Ah… no me digas que ahora sí quieres verla… pero es el colmo!!! Con qué derecho…?
(Interrumpe Elena, casi entrando a la casa)
Elena: Bueeeno. Muy bonito todo, lindo recibimiento señora, pero no podríamos llevar la conversación adentro?? que estos zapatos me están matando…
Tía Norma: Quién es esta mujer?
Elena: (Reparando en el atrevimiento y falta de modales) Ay! (regresa hacia la Tía Norma) Elena Rodríguez (le extiende la mano). Encantada!
(Pasan todas al interior de la casa, y se acomodan en la sala)
Verónica: (Hacia Tía Norma) Tuve motivos para irme. (Hacia Elena) Los tuve, no?
Elena: Sí! Los tuviste. (Hacia Tía Norma) No tendrá algo de tomar?
Tía Norma: Ja! Motivos… saliste de esta casa a la costurera de enfrente, diciendo que ibas a ver lo de tu vestido de novia, y te demoraste diez años!!
Elena: (Como la Tía Norma no le hizo caso con lo de tomar, ella sola empezó a beber de sus botellitas de licor que llevaba en su cartera, los cuales ya estaban a medio beber desde el avión, mientras Tía Norma y Verónica discutían. Ya estaba un poco ebria, e interrumpe) Ahhhhh pero eso de la costurera siempre toma su tiempo. Usted sabe, un retoque aquí, un ajuste allá…
Verónica: Por favor tía. Quiero hablar con Mariana.
Tía Norma: Para qué?? Para aliviar tu conciencia! No. No lo mereces. Sinvergüenza, te largaste sabe Dios a dónde!!
Elena: (Levanta la mano, cada vez más ebria) Yo sé!! A España (hace un gesto de “olé!”)
Tía Norma: España!! Con que para eso fue la plata que me robaste. Ah porque no creas que lo he olvidado! Me crees estúpida?
Voz interna de Verónica: Sí. Bastante.
Verónica: No, tía. Cómo se te ocurre.
Tía Norma: Descarada…
Verónica: Tía Norma…
(De fondo, Elena casi cayéndose del sillón, chupando como loca hasta la última gota de sus botellitas de licor, que si no me equivoco habíamos llenado de té, o fácil algunos sí tenían whisky… Mientras, los movimientos del personaje de la Voz interna de Verónica van siendo los mismos que los de Verónica misma, ambos personajes empiezan a moverse de igual manera en el escenario)
Tía Norma: Ladrona!! Malagradecida!! Inmoral!!!!…
Verónica: No tía. (Cada vez más seria) Tampoco fue así.
Tía Norma: PERDIDA!!
Verónica: (Hasta que por fin se le sale todo lo berraca a la dulce Verónica) Ya basta tía!! Lo que sea pero no una vieja amargada, rencorosa y a la que nadie aguanta como tú!!!
(Tía Norma y Elena se quedan estupefactas)
Elena: Vero!!! (se le pasa un poquito la borrachera) Me sorprendes!
(Tía Norma le tira una cachetada a Verónica. Verónica y su Voz interna voltean la cara a la misma vez junto con la cachetada. Verónica llora, y se sienta en el sillón. Inicialmente pensamos en que Verónica le responda a su Tía: “Auuu!!!... Tú quieres morir…” pero lo quitamos del guión por ser demasiado barrunto jerga del juancho :P)
(Aparece Mariana en la sala)
Mariana: Qué sucede? Por qué tanta bulla?
Elena: (Borracha hasta sus patas) Tú debes ser Mariaaanaaaaaa!!! Gusto en conocerte!! (Hacia Verónica) Vero! Brindemos por el reencuentro!!!
Tía Norma: Mariana, hija (la abraza). Ella es Verónica, tu hermana. Te he hablado de ella, recuerdas?
Mariana: Ahhh sí. (Empieza a decir como de paporreta) Tú eres "la bruja sin sentimientos que me abandonó a los cinco años, huérfana y sin dinero, sin ningún remordimiento".
Verónica: Las cosas no fueron así…
Voz interna de Verónica: En realidad, sí, así fueron…
Verónica: … Yo no quise…
Mariana: (Pausa) Quiero que sepas que, aunque no fue muy bonito lo que hiciste, no te guardo rencor. Y te entiendo. Ya tengo la edad que tú tenías cuando te fuiste.
Verónica: De verdad? Me lo dices en serio?
Mariana: (Súper fresh con todo el asunto) Por supuesto! Y aunque la vida con la tía no es fácil, porque tú sabes… todo el día me decía (remedando a su tía) “Si tu hermana no te hubiera abandonado…”, a pesar de todo eso, es una buena mujer.
Voz interna de Verónica: (Boquiabierta) No puedo creer que haya sido criada por la loca!!!
Elena: Pero qué encanto de niña!!! Cómo pudiste abandonarla Vero??
Verónica: Pero… si tú me dijiste…
Elena: No hay peros que valgan! (abrazando a Mariana) Acaso no tienes corazón?
Verónica: Sí. Tienes razón. Fui una egoísta, no pensé en ti. No te merecemos.
Tía Norma: Tú no la mereces. Yo hice de ella lo que es!
Voz interna de Verónica: No creo ah!!
Mariana: (Recuuuntra relax, casi fumada) Vamos! Las dos me merecen. Ya no discutan!! Tía, acaso no eras tú la que siempre me decía que la familia es lo primero? Y que errar es humano… y perdonar es divino?
(Tía Norma la mira desconcertada, molesta y avergonzada a la vez)
Elena: (Ya cayéndose de borracha, como si estuviera en algun bar barranquino) Mira Vero!! Refranes en tu honor! Yo también juego! “Árbol que nace torcido…”, “cabrita que tira al monte…”
Verónica: Elena…
Elena: “Quién con niños se acuesta…” (con levantada de cejas más, como para decirle: chapa esa flor! al entonces novio de Lucía que, si mal no recuerdo, estaba entre el público. En ese entonces Lucía era robacunas.)
Verónica: Basta Elena!
Mariana: Deben empezar por decir lo que sienten…
Elena: Otro juegooo!!! Yo también quiero…!!!
Verónica, Voz interna de Verónica, Tía Norma y Mariana a la vez: Nooooo!!!!
(Elena, choteada, da media vuelta y se desparrama en el sillón y sigue bebiendo)
Tía Norma: (Pausa larga) Debiste decirme que no te querías casar, y punto. Yo hubiera entendido.
Voz interna de Verónica: Qué mentirosa…!!
Verónica: (Pausa) Lo dices en serio tía?
Tía Norma: Tal vez no al principio… pero lo hubiera aceptado.
Verónica: Bueno… yo no debí escapar de esa manera. (Pausa) Perdóname.
Tía Norma: (Pausa más larga aún) Tú también.
(A un lado de la escena)
Mariana: Parece que las cosas se están solucionando, no?
Elena: Sí… qué aburrido… Bueno, enséñame la ciudad!! Tienes amigos de tu edad?
Mariana: Muchos!
Elena: (Se arregla un poquito, y bien puesta responde) Vamos entonces!
Elena: Basta ya de recuerdos! Es hora de tomar al toro por las astas! O mejor dicho, a la Tía Norma por las orejas!... falta mucho?
Verónica: Aquí es. No ha cambiado nada.
Elena: Bueno, qué esperas? Toca!
Verónica: (Titubeante) No Elena, espera... Mejor no.
Elena: Mejor no? Como que ya es un poco tarde para eso… ya déjate de miedos niña, toca de una buena vez!
(Verónica toca la puerta. Abre la Tía Norma)
Tía Norma: Verónica? Qué haces aquí?
Verónica: …Hola tía. Cómo has estado?
Tía Norma: Pero cómo te atreves?!! Que puedes volver después de diez años así como si nada??!! Qué quieres aquí??
Verónica: Vine a ver a mi hermana…
Tía Norma: Ah… no me digas que ahora sí quieres verla… pero es el colmo!!! Con qué derecho…?
(Interrumpe Elena, casi entrando a la casa)
Elena: Bueeeno. Muy bonito todo, lindo recibimiento señora, pero no podríamos llevar la conversación adentro?? que estos zapatos me están matando…
Tía Norma: Quién es esta mujer?
Elena: (Reparando en el atrevimiento y falta de modales) Ay! (regresa hacia la Tía Norma) Elena Rodríguez (le extiende la mano). Encantada!
(Pasan todas al interior de la casa, y se acomodan en la sala)
Verónica: (Hacia Tía Norma) Tuve motivos para irme. (Hacia Elena) Los tuve, no?
Elena: Sí! Los tuviste. (Hacia Tía Norma) No tendrá algo de tomar?
Tía Norma: Ja! Motivos… saliste de esta casa a la costurera de enfrente, diciendo que ibas a ver lo de tu vestido de novia, y te demoraste diez años!!
Elena: (Como la Tía Norma no le hizo caso con lo de tomar, ella sola empezó a beber de sus botellitas de licor que llevaba en su cartera, los cuales ya estaban a medio beber desde el avión, mientras Tía Norma y Verónica discutían. Ya estaba un poco ebria, e interrumpe) Ahhhhh pero eso de la costurera siempre toma su tiempo. Usted sabe, un retoque aquí, un ajuste allá…
Verónica: Por favor tía. Quiero hablar con Mariana.
Tía Norma: Para qué?? Para aliviar tu conciencia! No. No lo mereces. Sinvergüenza, te largaste sabe Dios a dónde!!
Elena: (Levanta la mano, cada vez más ebria) Yo sé!! A España (hace un gesto de “olé!”)
Tía Norma: España!! Con que para eso fue la plata que me robaste. Ah porque no creas que lo he olvidado! Me crees estúpida?
Voz interna de Verónica: Sí. Bastante.
Verónica: No, tía. Cómo se te ocurre.
Tía Norma: Descarada…
Verónica: Tía Norma…
(De fondo, Elena casi cayéndose del sillón, chupando como loca hasta la última gota de sus botellitas de licor, que si no me equivoco habíamos llenado de té, o fácil algunos sí tenían whisky… Mientras, los movimientos del personaje de la Voz interna de Verónica van siendo los mismos que los de Verónica misma, ambos personajes empiezan a moverse de igual manera en el escenario)
Tía Norma: Ladrona!! Malagradecida!! Inmoral!!!!…
Verónica: No tía. (Cada vez más seria) Tampoco fue así.
Tía Norma: PERDIDA!!
Verónica: (Hasta que por fin se le sale todo lo berraca a la dulce Verónica) Ya basta tía!! Lo que sea pero no una vieja amargada, rencorosa y a la que nadie aguanta como tú!!!
(Tía Norma y Elena se quedan estupefactas)
Elena: Vero!!! (se le pasa un poquito la borrachera) Me sorprendes!
(Tía Norma le tira una cachetada a Verónica. Verónica y su Voz interna voltean la cara a la misma vez junto con la cachetada. Verónica llora, y se sienta en el sillón. Inicialmente pensamos en que Verónica le responda a su Tía: “Auuu!!!... Tú quieres morir…” pero lo quitamos del guión por ser demasiado barrunto jerga del juancho :P)
(Aparece Mariana en la sala)
Mariana: Qué sucede? Por qué tanta bulla?
Elena: (Borracha hasta sus patas) Tú debes ser Mariaaanaaaaaa!!! Gusto en conocerte!! (Hacia Verónica) Vero! Brindemos por el reencuentro!!!
Tía Norma: Mariana, hija (la abraza). Ella es Verónica, tu hermana. Te he hablado de ella, recuerdas?
Mariana: Ahhh sí. (Empieza a decir como de paporreta) Tú eres "la bruja sin sentimientos que me abandonó a los cinco años, huérfana y sin dinero, sin ningún remordimiento".
Verónica: Las cosas no fueron así…
Voz interna de Verónica: En realidad, sí, así fueron…
Verónica: … Yo no quise…
Mariana: (Pausa) Quiero que sepas que, aunque no fue muy bonito lo que hiciste, no te guardo rencor. Y te entiendo. Ya tengo la edad que tú tenías cuando te fuiste.
Verónica: De verdad? Me lo dices en serio?
Mariana: (Súper fresh con todo el asunto) Por supuesto! Y aunque la vida con la tía no es fácil, porque tú sabes… todo el día me decía (remedando a su tía) “Si tu hermana no te hubiera abandonado…”, a pesar de todo eso, es una buena mujer.
Voz interna de Verónica: (Boquiabierta) No puedo creer que haya sido criada por la loca!!!
Elena: Pero qué encanto de niña!!! Cómo pudiste abandonarla Vero??
Verónica: Pero… si tú me dijiste…
Elena: No hay peros que valgan! (abrazando a Mariana) Acaso no tienes corazón?
Verónica: Sí. Tienes razón. Fui una egoísta, no pensé en ti. No te merecemos.
Tía Norma: Tú no la mereces. Yo hice de ella lo que es!
Voz interna de Verónica: No creo ah!!
Mariana: (Recuuuntra relax, casi fumada) Vamos! Las dos me merecen. Ya no discutan!! Tía, acaso no eras tú la que siempre me decía que la familia es lo primero? Y que errar es humano… y perdonar es divino?
(Tía Norma la mira desconcertada, molesta y avergonzada a la vez)
Elena: (Ya cayéndose de borracha, como si estuviera en algun bar barranquino) Mira Vero!! Refranes en tu honor! Yo también juego! “Árbol que nace torcido…”, “cabrita que tira al monte…”
Verónica: Elena…
Elena: “Quién con niños se acuesta…” (con levantada de cejas más, como para decirle: chapa esa flor! al entonces novio de Lucía que, si mal no recuerdo, estaba entre el público. En ese entonces Lucía era robacunas.)
Verónica: Basta Elena!
Mariana: Deben empezar por decir lo que sienten…
Elena: Otro juegooo!!! Yo también quiero…!!!
Verónica, Voz interna de Verónica, Tía Norma y Mariana a la vez: Nooooo!!!!
(Elena, choteada, da media vuelta y se desparrama en el sillón y sigue bebiendo)
Tía Norma: (Pausa larga) Debiste decirme que no te querías casar, y punto. Yo hubiera entendido.
Voz interna de Verónica: Qué mentirosa…!!
Verónica: (Pausa) Lo dices en serio tía?
Tía Norma: Tal vez no al principio… pero lo hubiera aceptado.
Verónica: Bueno… yo no debí escapar de esa manera. (Pausa) Perdóname.
Tía Norma: (Pausa más larga aún) Tú también.
(A un lado de la escena)
Mariana: Parece que las cosas se están solucionando, no?
Elena: Sí… qué aburrido… Bueno, enséñame la ciudad!! Tienes amigos de tu edad?
Mariana: Muchos!
Elena: (Se arregla un poquito, y bien puesta responde) Vamos entonces!
(El público nos da palmas, grande ovación. Las mujercitas salen todas juntas nuevamente, y dan su venia al público, riéndose cómplicemente unas con otras)
FIN