Con tu brío, indómito y tozudo
El Ulises perdido en su caverna
Y mi tonta manera de aferrarme
Y mis vicios de celos y de pruebas.
Mi manera tenaz de reclamarte
De domar y someter, tú suponías,
El espacio de losas que se hacía
Y la gran batalla que era amarte.
En tus ojos me vi y no hallé reflejo
Y pensé que era amor lo que faltaba,
Y mordía esa ausencia y la acallaba
Y me asías a tu pecho allí escondida.
A tu vera encausaba yo mis aguas
A tu vera y llevándote a mi tierra,
Dignidades luchando con presentes
Y promesas de amor que no se acaba.
En mi ciénaga descanso de extrañarte
Aliviada de haberte dado abrigo,
Sosegada tarea de olvidarte
Cuando entiendo que ya viene tu olvido.