Y así se me pasan los días. Y las noches. Y los días.
Qué terrible es empezar un día pensando que ya quieres que termine.
Qué desgaste de vida es esta en la que me metí, en la que cada día siento más claramente que me estoy autometiendocabe.
Cómo encontrarle sentido a esto que empujas que sabes que no tiene mucho sentido. Que eres una minihormiga en medio de una jungla de flora y fauna en extremo exótica y diversa. Y ahi tas, tan hormiga.
Como esa hormiga tela que está saliendo en las redes, que bebe una mini gota de vodka, y se va a la mierda. Por lo débil y minúscula que es. Igual que tú.
Y tienes que hacer oficios, en términos formalones aburridones. Y perseguir gente. Y perseguirte a ti misma.
Y anotarte post its o anotarlo en tu cuaderno psicopático, que alucinas que te ayuda pero que está igual o peor de disperso que tu mente.
Respiras, asi como te enseño tu mamá. Sostienes el aire dentro, y tratas de irlo soltando lento. Poco a poco. Despacio. Tratas de que no se te escape esa lagrimita cojuda, que es cojuda porque no tiene ningun sentido aparente. Se llora por otras cosas, no por respirar.
Escribes. Y recuerdas cuántas veces atrás te agotaste. Recuerdas también que si no te fajas en tu agotadera, tu mamá no la hace. Porque ninguna de tus hermanas está trabajando. Y lo peor de todo, es que las comprendes. Por lo menos a una, jajaa
Tratas de pensar en cuánta gente en el mundo se agota todos los días, igual que tu, y en peores términos o condiciones. Te da lástima que la vida se nos pase asi, y te prometes a ti misma no soportar por mucho tiempo más esta sensación.
Porque no quisiera que el fin de los tiempos me coja así, desalentada y aburrida. Qué desperdicio.
Duérmete, que tienes que trabajar en un par de horas. Y respira.